Y te preguntarás, ¿por qué castillo si lo que se ve es una ermita? Pues porque donde ahora vemos una ermita del siglo XVI, en su día hubo un castillo con la misión de proteger y vigilar el camino que se dirigía a la costa desde Vitoria.

 

Se llamaba Aitz-Zorrotz o Atxorrotx (peña aguda, afilada) por estar situado sobre este espectacular peñón que se puede ver prácticamente desde cualquier punto del valle.

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Una localización privilegiada que fue conquistada por Castilla hasta que el rey navarro Sancho VI, el Sabio, recuperó en 1184 junto con otros territorios navarros. Fue una de las fortalezas más estratégicas de Navarra hasta la caída de las tierras occidentales en 1200.

 

Cuando llegues arriba comprobarás que las vistas hablan por sí solas. Desde la ermita de Aitzorrotz ubicada a 744m de altitud, alcanzarás a ver el pueblo de Eskoriatza, así como el de Aretxabaleta incluso Arrasate a lo lejos. Una maravilla.