Si eres de los que disfrutan explorando la historia y la arquitectura, no te puedes perder el Santuario de Santa María de Dorleta. Ubicado en lo alto de un pequeño promontorio, este santuario tiene sus raíces en un castillo construido para vigilar y defender la vida y la economía en torno al manantial salino de la zona.

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Hasta 1331, año en que Salinas obtuvo su carta-puebla, el Santuario fue la parroquia principal de la villa. Sin embargo, perdió esta condición a favor del templo de San Millán, que se erigió dentro de las murallas de la ciudad. Además, el Santuario sirvió como hospedería del Camino de Santiago que entraba en Gipuzkoa desde Francia, convirtiéndose en un punto clave para los peregrinos.

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Durante su época de esplendor, el Santuario recibió numerosas donaciones, tanto económicas como valiosos objetos de arte. Entre estas donaciones se encontraba un cuadro de El Greco, que más tarde fue trasladado al Obispado.

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El aspecto actual del Santuario data del siglo XVII, aunque a lo largo de los años ha sido objeto de diversas reestructuraciones que han dejado una fascinante mezcla de estilos arquitectónicos, incluyendo relieves que se remontan a la Edad Media.

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La joya del Santuario es la imagen actual de la Virgen, una talla gótica de los siglos XIII-XVI, que representa a la Madre y el Hijo en una actitud de mutua contemplación.

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Para los amantes de la historia, es un viaje a través del tiempo que permite apreciar la evolución de la arquitectura y el arte sacro. Una experiencia que invita a valorar las raíces culturales y religiosas de la región.

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Para los adultos, es una oportunidad de revivir la grandeza del pasado, admirar la belleza de las obras de arte y sentir la tranquilidad de un lugar cargado de historia y devoción. ¡Una visita que no te puedes perder!

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Antes de tu visita, infórmate sobre las actividades y eventos disponibles en el Santuario. ¡Quizá encuentres algo que despierte aún más tu curiosidad!