¿Puedes resistirte al encanto de los apetitosos arándanos cultivados en los ácidos suelos de Oleta? Adéntrate en un escenario idílico donde los verdes prados se extienden a los pies majestuosos del imponente Anboto y la escarpada Sierra de Arangio. Estos campos no solo son un regalo visual, sino también una fuente vital de alimento para el ganado local. Aquí, las ovejas latxas son las protagonistas, y su leche, rica y cremosa, se transforma con maestría en el exquisito queso Idiazabal que esta región tiene el honor de producir.

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Descubre la pasión y el arte detrás de la elaboración de este queso tradicional, un proceso transmitido a lo largo de generaciones. Cada bocado te transportará a la esencia misma de esta tierra, con sus matices únicos y su sabor profundo que rinde homenaje a la naturaleza circundante.

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Pero la historia culinaria de esta tierra no se detiene aquí. En los ácidos suelos de Oleta, los apetitosos arándanos encuentran su hogar. Estos pequeños tesoros de la naturaleza se cultivan con esmero, aprovechando las condiciones ideales de la región para desarrollar su sabor intenso y lleno de vitalidad.

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Así que, si eres amante de los sabores auténticos y de los paisajes que alimentan el alma, no puedes dejar de explorar este rincón donde la gastronomía y la naturaleza se entrelazan en un abrazo único. Sumérgete en la experiencia y lleva contigo un pedacito de esta tierra en cada bocado y en cada paisaje que descubras.